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Las Meditaciones de Marco - Libro 1

En esta serie me voy a dedicar a leer y traducir con licencias creativas la obra de Marco Aurelio, el rejunte de textos conocidos mas comúnmente como Meditaciones.

Algunos dirán que mas que traducir es masacrar, a lo que yo les digo capaz que si, vaya a leer una de las otro autor o a hacer una propia.

Supongo que se las llamo así para que suene un poco mejor semejante invasión a su espacio personal, por mas que haya sido escrito hace mucho tiempo. De todas formas, no creo que hubiese tenido problemas.. Es mas, por lo que vamos a ver, probablemente esté contento, donde sea que ande, de que su obra pueda continuar ayudando a algún otro ser humano.

Los textos originales fueron escritos en latin, y probablemente haya traducciones buenas en español para usar de base. En mi caso, preferí hacer la traducción de la traducción al inglés. Era eso o aprender latin. Olvidate. En fin, para esta traducción me voy a basar en dos versiones, ambas disponibles en el Proyecto Gutemberg.

Las traducciones son de hace 100 a 400 años. De algo que fue escrito hace 1800 años atrás. La preservación del conocimiento al pasar el tiempo es algo que inspira tanto como inquieta visto en la escala del poco tiempo de historia del cual tenemos registros actualmente.

Ahora, no se si con esto de una traducción en el aire alcanza.. Hay que argentinizar un poco la cosa. Sino todo es muy lejano. Aparte fue hace un montonazo de años, como les dije un poco mas arriba..

Vive lejos el Papa: 11300 Km. desde la Plaza San Martin de Cordoba a la casa del Papa en el vaticano

En fin, como para meterle una vuelta de tuerca, se presenta entonces, el personaje ficticio de Marco Argento. Este autor, a diferencia de el gran Emperador Romano, parece que vivió en Argentina por como habla. Encontramos su diario en el fondo de un cajon de una mesita de luz que rescatamos de su triste destino de quedar tirada en la vereda sin utilidad ni hogar.. Y nos mato la curiosidad, una página nos llevo a la otra (por no decir que somos unos chusmas).

Primer libro - Lecciones

1 - Valentino

De mi abuelo Valentino aprendí a ser educado, y a tener bajo control los enojos y las broncas.

2 - Padre de Sangre

De la fama y la memoria que construyó mi padre en vida, he aprendido lo que es la modestia y como debe ser una persona de bien.

3 - Madre

De mi madre he aprendido a ser piadoso y generoso, a abstenerme de las malas acciones y los malos pensamientos, a vivir contento con lo que se tiene en la mesa y a evitar todos los excesos. Algo que no suele ser costumbre en los que tuvimos suerte de nacer mas adinerados.

4 - Bisabuelo

Le debo a mi bisabuelo la costumbre de ir a la escuela, a los auditorios de clases publicas, y a buscar maestros buenos y capaces para enseñarme las cosas que me haga falta aprender. También le debo el conocimiento de que todo gasto en estos rubros es plata bien gastada.

5 - Mi tutor

Quien me ha criado, me ha enseñado a no tener favoritos en las carreras de autos, ni a apostar en las peleas, incluso si pensas tener una segura. En lugar de eso, a poner el lomo y soportar los trabajos duros, a no necesitar muchas cosas, a hacer las cosas uno mismo sin molestar a los demas, a no meterme en los asuntos personales de otras personas sin ser consultado, y a no darle bola ni prestar oído a los chismes e insultos contra la gente que no conocemos.

6 - Domingo

Del Domingo he aprendido:

  • A no perder el tiempo con boludeces.
  • A no andar creyendo ciegamente en las cosas que dicen ser milagrosas, en brujas y brujos o en impostores y manosantas que expulsan demonios y espíritus malignos.
  • A no usar los gallos ni cualquier otro animal vivo para la pelea, para rituales de adivinación oscuros, ni gualichos.
  • A no ofenderme con la libertad de expresión de otras personas y a aplicarme de corazón en los estudios.

A el también le debo agradecer haber podido conocer a otros grandes maestros, y el aprender a escribir obras en mi juventud. Finalmente, a adoptar y hacer propio el estilo de vida criollo que pide la patria, de naturaleza y campo, de ciudad e industria.

7 - Rustico

Al Rustico le debo la sabiduría para reconocer que se necesita entrenar y disciplinar el carácter y la personalidad. También a no caer en, ni distraerme con, la retorica de los mentirosos que hablan lindo. Aquellos que se la pasan escribiendo especulaciones o denunciando moralmente en publico a la gente. Luego me enseñó a no presumir ni buscar la admiración por ser aplicado, paciente o estar bien entrenado. Por él fue que dejé el estudio de la retorica y la poesía.

Aprendí a no pasear por mi casa con el traje de senador, ni sacar provecho de usarlo fuera del senado. Pude leer el estilo de sus cartas, en particular las que le enviaba a mi madre desde Salta. De verlo a el aprendí a buscar ser ameno, amigable, y a estar siempre listo y presto para la arreglar las cosas con quienes me hallan fallado, mentido u ofendido. Siempre y cuando genuinamente quieran hacer la paz. A leer, oir y ver atento y con cuidado. No quedarme satisfecho solamente con el conocimiento superficial, ni andar asintiendo y dando la razón asi nomás a los que hablan lindo, o se creen dueños del sentido común.

También tengo para agradecerle la cantidad de libros que me prestó, con títulos de grandes autores en multiples disciplinas.

8 - Apolo

De Apolo aprendí que es la libertad real y sobre la tenacidad del propósito. A no darle bola a casi nada: solamente darle bola al bien y a la razón. También a siempre ser la misma persona, sin importar si se está bajo el mayor de los dolores y sufrimiento que uno puede imaginar, sean estos fisicos o emocionales.

Él ha demostrado a lo largo de su vida que se puede ser al mismo tiempo estricto y vivir relajado. Era paciente cuando enseñaba algo y no se enojaba con sus alumnos ni quienes lo evaluaban. Con sus magnificas habilidades, talento natural y amplias facultades, enseñaba y persuadía a otros con sus teoremas y sus máximas de la filosofía Estoica.

Fue también de él que aprendí como se deben recibir favores y regalos: humilde y respetuosamente. Que no hay que sentirse humillado cuando necesite alguno, y mucho menos ser ingrato al recibir la bondad de otra persona.

9 - Sexto

Siempre vi a Sexto como ejemplo del buen temperamento, y recuerdo a su familia como una que creció con el afecto del padre a la vista. También me contagió el propósito de vivir de acuerdo a la naturaleza. Lo importante de ser serio sin andar con aires de superioridad creyendo ser mas que los otros. A estar atento a las necesidades y gustos de mis amigos. A no ofenderme con los idiotas, tolerar a los ignorantes y aquellos que repiten opiniones sin pensarlas ellos mismos.

Sus conversaciones demostraban constantemente como es posible conversar con todo tipo de personas y en las mas variadas compañías, con distintas historias de vida, creencias y profesiones. Se comunicaba de una forma que hacia mas placentera y amigable cualquier charla, mucho mas de lo que cualquier chupamedias o aplaudidor jamás podría lograr. Fue halagado y respetado por eso.

Fue la persona mas feliz que conocí cuando se dedicaba a su búsqueda eterna de comprender, averiguar, aprender y ordenar con precisión y exactitud las grandes máximas de la vida y las instrucciones necesarias para progresar y salir adelante. Tengo presente su ejemplo de no demostrar enojo ni otras emociones a menudo. Contrariamente a esa apariencia externa, poseía al mismo tiempo el corazón mas tierno y afectuoso que he conocido. Y sin hacer ruido o generar rumores, aprendiendo mucho y ostentando poco.

10 - Alejandro Gramajo

De el aprendí que no hay que andar corrigiendo a la gente todo el tiempo y a no tratarlos de burros cuando pronuncian algo mal o confunden una palabra. En lugar de eso, pronunciar correctamente las palabras, sin burlas, poniendo el foco en hablar del contenido del asunto en cuestión, sin importar las palabras con las que haya sido descripto.

Las respuestas, testimonios, ejemplos, opiniones o confirmaciones deben ser del tema de conversación, sin importar lo que otros digan. Siempre lo vi sugerir las correcciones como corresponde: con amabilidad y cortesía.

11 - Fresco

El Fresco me puso al tanto de la envidia, el engaño y la hipocresía que suele rodear a la aristocracia adinerada. También de la falta de afecto natural y cariño en esas tan falsas como supuestas “familias bien”.

12 - Alejandro Palmieri

De Alejandro aprendí a no andar diciendo a la gente que “estoy ocupado” a menos que realmente haga falta y realmente lo esté, ni a poner excusas de asuntos urgentes a los compromisos ya asumidos con amigos y conocidos con quienes uno convive.

13 - Carlos

De el Carlos he aprendido a no condenar, enojarme ni hacerme el boludo con las quejas y los planteos que vengan de un amigo (incluso si fueran injustos), sino a tratar de arreglar las cosas. A no ser amarrete con los elogios a los buenos maestros sin importar del rubro que vengan, y a amar a mis hijos con afecto y amor verdadero.

14 - Severino

De Severino, mi hermano, aprendí a amar a mis compatriotas, amar la verdad y amar la justicia. Por el conocí a mucha gente buena y amigos. Él fue quien me contagio el concepto y el deseo de una Nacion equitativa, administrada con justicia e igualdad de derechos, donde reine la libertad, la bondad y el bienestar de todos los ciudadanos.

En él observé cuidadosamente su disciplina constante y armoniosa en el estudio de la filosofía, y la capacidad de estar siempre presto y atento para hacer el bien a otros, demostrando una y otra vez tener un corazón verdaderamente generoso. Me enseño a tener esperanza y confianza en el afecto de mis amigos.

Vi también su sinceridad y claridad cuando declaraba lo que no le parecía correcto en la conducta de otros, y era tan transparente con su comportamiento, que sus amigos podían darse cuenta rápido y sin duda alguna lo que aprobaría y lo que no, identificando lo que el haría o no bajo cada situación. Asi de abierto y claro era en su ser.

15 - Máximo

Los consejos de Máximo me enseñaron a controlarme a mi mismo, a juzgar con claridad, a tener coraje durante la enfermedad y cualquier otro problema, a ser moderado, gentil y serio al mismo tiempo, y finalmente a cumplir con las tareas y trabajos que decida llevar adelante sin quejas y con dedicación.

Todos creían que decía lo que pensaba, y sabían que lo que sea que hiciese, partía de buenas intenciones. Nunca se lo veía sorprendido o asombrado por nada, ni era de andar a las corridas o arrastrando los pies. Ni se lo veía perdido, abatido o excesivamente triste. No era ajeno a la risa, pero nunca se excedía. No era una persona de estar enojada, ni sospechosa todo el tiempo, sino una siempre dispuesta a hacer el bien, a perdonar y a buscar la verdad.

Hacía todo esto transmitiendo la impresión de una rectitud impecable, sin aparentar ni ocultar el ser una persona que se tuvo que reformar. Nadie jamas creyó ser odiado realmente por Máximo, y ni pensaron que en su mente el se creyera superior, y ellos sabían no pretender ser mejores que el tampoco. Y lo mas importante de todo, Maxi era muy gracioso.

16 - Padre de Crianza

De Papa aprendí a ser buen tipo y a ser constante en la practica de emitir juicios. Solo hacerlo después de reflexionar sobre los asuntos examinados. A no agrandarme y liberarme de la vanidad en los momentos de gloria y victoria, buscando siempre comportarme con honor y dignidad. A ser laburador y tener constancia.

Me enseño a estar presto a escuchar a cualquier hombre que ofreciera algo con el objetivo de ocuparse del bien común, a impartir justicia imparcialmente a todos, a apreciar de manera correcta cuando deben usarse la severidad y cuando la clemencia.

El siempre se abstuvo de engaños extramaritales. Le daba a sus amigos la libertad de acompañarlo en las cenas o no, acompañarlo en viajes o no, como ellos realmente decidieran. Luego lo encontraban siendo la misma persona al volver a encontrarse, incondicionalmente. Incluso en los casos que tuvieron que cancelar algo por cualquier urgente razón.

Aprendí de el a escuchar pacientemente y a ser preciso y exacto al momento de emitir un consejo. No era de abandonar rápidamente la búsqueda del corazón del asunto, o alguien que se quedaba satisfecho dándoles rápidamente validez a explicaciones repentinas, apuradas e ilógicas.

Su cuidado para con sus amigos siempre fue una inspiración, nunca los dejo tirados. Se lo veía contento y calmo en general bajo cualquier condición. Siempre tuvo previsiones asombrosas de eventos distantes, y tenia una atención a los pequeños detalles que no presumía, a pesar de ser una cualidad impresionante.

Mas aún, el era de evitar los aplausos del pueblo y las adulaciones. Siempre pendiente de las necesidades de la Nacion, un cuidadoso guardián del gasto fiscal, demostraba una paciencia enorme en tolerar las reprimendas de algunos por sus manera rígida de negociar.

Nunca fue un adorador supersticioso de los dioses, ni un chupamedias ambicioso, ni un buscador de popularidad, sino moderado en todas las cosas, y siempre vigilante para encontrar lo que era acorde y más honorable hacer en cada situación particular, sin dejarse afectar por las noticias.

En cuanto a las cosas que hacen la vida mas fácil a las personas, de las cuales su fortuna le permitió pagar toda su vida, las supo usar sin presumir ni agrandarse, mas si con toda libertad y confianza cuando estaban presentes. Mas allá de esto, cuando no tenia estas comodidades a mano o no estaban presentes, no se veía afectado por su falta.

Nadie nunca lo pudo llamar charlatan, payaso o pedante. Fue un hombre de mucha experiencia, un hombre hecho y derecho que podia tanto gobernarse a si mismo como inspirar a otros. Observé también que el honraba a todos quienes fueran filósofos verdaderos, sin reprochar ni despreciar a quienes no lo eran, y no se dejaba llevar por mal camino por nadie.

Muy sociable, gracioso y de conversación amena, sin ser apabullante. Cuidaba regular y moderadamente su cuerpo, no con el foco de aferrarse a la vida o motivado por la vanidad de su belleza, pero conciente de esos aspectos del ser. Asi, bajo su propio cuidado, rara vez necesito de remedios, pastillas, pomadas o brebajes.

Su mérito mas especial fue ceder su respeto sin envidia ante cualquiera que tuviera habilidades, ya sea para hablar elocuentemente, o conociendo de leyes, leyendas antiguas, disciplinas técnicas y muchas otras artes y ciencias. Ayudaba a estas personas exhaustivamente de manera tal que cada uno de ellos pudiera ser felicitado y estimado por su excelencia especial en su campo de conocimiento predilecto.

Observaba cuidadosamente las costumbres antigüas de sus antepasados y preservaba sin vergüenza las costumbres de su tierra nativa. Nunca fue volátil ni caprichoso, sino que amaba la constancia, incluso después de sus terribles migrañas solía intentar volver lo mas pronto posible fresco para vigorosamente retomar los asuntos que lo ocupaban.

Secretos nunca tuvo muchos ni muy seguido, y solo los que eran sensibles por motivos de seguridad. Demostraba su discreción y moderación en los eventos, shows, exhibiciones y entretenimientos, en los lugares públicos, tanto con la bebida como con todas las cosas. Tuvo un respeto sagrado a la gente como una persona mas y a la equidad de todas las cosas en si mismas. Nunca se preocupo por la gloria que pudiera o no traer el futuro.

Nunca andaba por boliches a horarios raros, no se jactaba de las cosas que construía y nunca hinchaba las bolas con la comida, ni le importaba la marca ni el color de su ropa o la belleza física de las personas en general. Siempre lejos de ser inhumano, implacable o violento en sus conversaciones. Casi ni transpiraba bajo la presión, sino al contrario, como si le fuera familiar se tomaba el tiempo para razonar todas las cosas con calma, regularidad, consistencia y sobre todo resolución.

Se podría decir de el lo que se decía de Socrates, que sabia como y cuando abstenerse, como y cuando disfrutar de las cosas. Cosas que muchas personas perdidas en su deseo por ellas, muestran debilidad para obtenerlas, para luego olvidar ejercer algún tipo de moderación con ellas. Esto es: ser fuerte en la abstinencia y medido al disfrutar, y tener control de ambas situaciones. Esas cualidades de una persona casi perfecta y un alma invencible fueron demostradas cuando se enfermó… Y continuó demostrándolas hasta el final.

17 - Dios

De lo divino recibí el regalo de tener abuelos, padres, una hermana, maestros, cuidadores, amigos y compatriotas, casi todos buena gente. Le tengo que agradecer a los dioses que nunca en un descuido o apuro ofendí irreparablemente a ninguno de mis seres queridos, aunque mi temperamento sea tal que me podría haber llevado a hacer eso si la ocasión era lo suficientemente mala. Solo por su bondad fue que nunca se llego a dar la situación de circunstancias negativas concurrentes que pudieran hacer aparecer esa debilidad en mí.

Mas agradecido aún estoy de no haber sido enviado y criado con mi abuelo y su concubina, por lo que pude disfrutar por completo mi infancia. Que no me forzaron a hacerme hombre antes de tiempo, y que fui libre de elegir posponerlo lo mas que pude. Gracias a los dioses es que viví bajo el gobierno de mi padre, quien elimino de mi ser la arrogancia, y el concepto de que las personas en puestos importantes debían andar seguidos de una corte de guardias, seguidores y lamebotas, vestidos con ropa extravagante, objetos caros, estatuas, pinturas y toda otra opulencia para demostrar estatus. Me mostró que era posible para una persona en posiciones de poder ser al mismo tiempo un ciudadano común, sin que por eso uno deba andar siempre vestido de manera básica y descuidada para los asuntos que requieren demostraciones de poder y autoridad.

Les debo agradecer el tener un hermano que con su ejemplo me instaba a pensar por mi mismo, mientras al mismo tiempo me maravillaba con sus demostraciones de respeto y amor. Que tengo hijos de buena disposición y sanos. Les debo por su buena guía y mano invisible el no avanzar en el estudio de la retorica, la poesía y otras cosas que podrían haberme distraído de mi vocación si hubiera tenido talento natural en ellas.

Por la gracia de Dios también es que pude cumplir los deseos de la gente requiriendo ayuda que me fueron traídos, con la dignidad que las personas merecían y deseaban. Y que no lo pospuse, proponiéndome hacerlo mas adelante, cuando eran personas jóvenes quienes necesitaban ayuda.

Le debo a los Dios haber podido conocer a Apolo, Rustico y Máximo, y darme el tiempo suficiente para poderme a sentarme a meditar conmigo mismo para preguntarme como es y que significa vivir verdaderamente en armonía con la naturaleza. Y que, dentro de lo que se le puede asignar a Dios en forma de sugerencias, ayudas e inspiraciones, no hay nada que me haya detenido hasta hoy de hacer realidad esa vida. Porque las veces que me quede corto de vivirla como se debe, la culpa fue solo mia, por no darle lugar a las sensaciones y advertencias casi directas enviadas por los dioses. Debo también agradecer que mi cuerpo se haya soportado tanto tiempo, con la estresante y compleja vida que he llevado. Que cuando en algún punto caí en pasiones sin sentido, me pude curar pronto de ellas.

Doy gracias que habiéndome enojado tantas veces con el Rustico, nunca le hice nada de lo que después me hubiera tenido que arrepentir. De que, aunque el destino quiso que mi madre muriera joven, ella haya vivido conmigo todos sus últimos años. Agradecerles que siempre que tuve que socorrer a alguien que tuviera poco o que se haya encontrado con algún problema, siempre tuve dinero suficiente para hacerlo, y de que yo nunca tuve la necesidad del socorro de alguien mas.

Debo estar muy agradecido también de tener una esposa tan compañera, amorosa e ingeniosa como la tengo, y de que siempre pude elegir entre muchos hombres de bien para confiarles la educación de mis hijos. He recibido ayudas divinas en los sueños, en particular cuando deje de escupir sangre y se curaron mis mareos. También pasaron milagros en Catamarca, como cuando Cristian rezo en el rio Santa María. Los dioses me cuidaron durante mis estudios, ya que no cai en las manos de ningún sofista, ni me la pase solamente leyendo aburridos volúmenes, ni me dedique a discutir sinsentidos ni soñar despierto o mirar a las estrellas y constelaciones en busca de respuestas a los problemas del mundo. Todas estas cosas sin asistencia de Dios y los Dioses no hubieran podido ser.


Notas

El primer tomo de sus escritos arranca con un repaso mental de las personas que lo formaron directa o indirectamente, de las lecciones que aprendió de ellos, aprendizajes que ve como “deudas” contraídas. Cuando se ve desde esta perspectiva, el mensaje inicial es simple: debemos lo que somos a otras personas. Lo que consideramos bueno, lo que consideramos malo, la manera de manejarse al transitar la vida en todos sus ámbitos, laborales, personales, espirituales, existenciales. Uno elije los aprendizajes que va eligiendo adoptar, y cuales va eligiendo eliminar, pero en todo momento esa lista existe en la vida, y asi como existe va cambiando. Asi en el aire, ¿cuantos pequeños aprendizajes se te vienen a la mente, y quien te los transmitió? Desde la familia en el atarse los cordones, o algo tan simple como pelar una fruta, hasta los compañeros de todos los ámbitos con quienes compartimos cada día, a todos les debemos algo. Hoy en día, hasta a las personas del otro lado de un teclado, pantalla, medio y papel de la información que consumimos y decidimos incorporar como propia.

Asi también queda expuesta la otra cara de esta moneda. Que es la influencia que tenemos sobre los demás. ¿Cuánto de lo listado fue por observación? Uno no suele tener cuidado en esto, es difícil abstraerse y pensar como nos verán otras personas. Sobre todo porque puede que no nos guste la respuesta. Pero si es importante tenerlo presente, para que la gente tenga como aprendizajes, como “deudas” con nosotros, buenas características, buenas lecciones y buenos valores.


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